ENTREVISTA

«¿Querés seguidores? ¡Comprate vacas!”

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Lara Giuliani es una de las profesionales del agro más destacadas en las redes sociales y una de sus frases más populares remarca la importancia y los resultados de implementar buenas prácticas para el bienestar animal. Conocé su historia y todos sus proyectos.

La aparición de productores y profesionales del rubro agropecuario en las redes sociales es una tendencia ya consolidada en Argentina y otros países del mundo.

No hay un único motivo de esta situación, aunque sí podría decirse que el trasfondo casi siempre tiene un punto en común: difundir y conectar las actividades del campo con el resto de la sociedad.

Un abanico importante de producciones, opiniones, experiencias y debates son los que podemos encontrar en las múltiples plataformas de las que hoy disponemos. Y claro está que algunos actores del sector cobraron mucha popularidad en estos últimos tiempos.

Este es el caso de Lara Giuliani, ingeniera agrónoma y productora ganadera que, junto con su marido, Julián Muguerza y su hija Francesa, se instalaron allá por el año 2017 en La Dorada -Suipacha, Buenos Aires, su campo familiar.

Bajo su ya popular @agrolarus, 5.400 seguidores en Twitter y 3.600 en Instagram, Giuliani muestra el día a día en su campo, como así también las actividades de Glimax SRL, la empresa de agricultura de precisión que formó en conjunto con Muguerza.

Pero hay algo que la destaca, que genera esa empatía y vínculo con muchos productores y jóvenes del sector: mostrar el manejo que realiza para garantizar el bienestar animal en su rodeo bovino y las tecnologías que aplica en los lotes destinados a agricultura de La Dorada mediante Glimax, para aumentar rendimientos y eficientizar los recursos.

En lo que respecta a ganadería, hay un dato que es claro y concreto en cuanto al impacto de esta transformación: en tan solo cuatro años se logró pasar de un 60% de preñez a un 98%, sin la necesidad de invertir elevadas sumas de dinero.

¿Las claves? Nos las cuenta Lara, a continuación.

¿Cómo podrías resumir tu arribo a La Dorada?

Lara Giuliani: La Dorada es el campo de mi familia, en el cual estoy ayudando al 100% desde el año 2017. Inicialmente, mi familia tenía tambo y agricultura. Años más tarde, cuando falleció mi abuelo, se vendieron todas las vacas de tambo y compraron de cría. En ese momento había Hereford, Angus, algo de Holando, etc. Luego, mi padre y mi tía lo empezaron a llevar para el lado de Angus hasta que, hace 4 años, nos instalamos y empecé a manejar completamente la unidad ganadera.

¿Cuáles fueron tus aportes desde ese entonces?

Cuando llegamos, lo que más me impactó fue todo lo relacionado con el bienestar animal. Empecé a ver cosas que podía mejorar, principalmente ligadas al manejo.

Conocía algunas técnicas de bienestar que aprendí en la Facultad, del Dr. Giménez Zapiola y en congresos; y comencé a aplicarlas en nuestro rodeo. Hoy en día tenemos 250 madres, 70 vaquillonas de reposición y 100 destetadas.

¿Qué técnicas y herramientas incoporaste para el bienestar de tu rodeo?

Las técnicas básicamente consisten en no gritar, no golpear, no utilizar picanas eléctricas, arrear a caballo hasta los corrales y luego a pie, garantizar que tengan siempre sombra, agua limpia, que no estén nunca en corrales con barro y que no haya alambrados rotos.

Además, se aplican vacunas obligatorias y también preventivas para evitar, por ejemplo, neumonía, diarrea neonatal, queratoconjuntivitis o enfermedades del complejo reproductivo, etc-. También administramos vitaminas, cobre, y mosquicidas, entre otros cuidados.

Además, hicimos una mega inversión en nuestra manga. Me decidí por mangas amigables con el bienestar animal, que son de curva y contracurva.

Esta tecnología permite que el animal no vea qué pasa más adelante, y a la vez los paneles son ciegos, evitando que vean para el exterior.

De esta manera llegan a la casilla tranquilas y sin estrés.

Esta manga también garantiza el bienestar humano, ya que nos permite trabajar cómodos y de manera más eficiente.

Otra herramienta que incorporamos fue una balanza electrónica, que nos permite conocer la actividad del animal individualmente -si aumentó o perdió de peso-.

Todos los bovinos están caravaneados para mantener su trazabilidad -tenemos la caravana electrónica, la tarjeta y la del Senasa- debido a que la mayoría de las veces se pierden, entonces de esta forma siempre algún dato tenemos.

Hacemos un manejo de pastoreo rotativo con electrificadores en parcelas para que sean más eficientes a la hora de pastorear.

Los perros en los corrales tampoco tienen que estar porque estresan al animal.

Plantar árboles para que tengan sombra, limpiar las aguadas una o dos veces por semana, limpiar los molinos una vez por año, y algunas cuestiones más son las que ponemos en práctica todos los días en La Dorada. Y funcionan.

¿Qué mensaje les darías a los productores que tienen intención de implementar estas prácticas?

Lo primordial es lograr un buen entendimiento y manejo del personal. A veces hay cosas que podés hacerlas sin plata, como por ejemplo concientizar a la gente de la importancia de sus tareas en los resultados totales del establecimiento.

No hace falta hacer correr al animal, ni pegarle, ni gritar hasta quedar afónico.

Cuando empecé con estas técnicas los trabajadores terminan limpios y con la voz perfecta. También bajábamos el tiempo de trabajo con animales tranquilos.

Por ejemplo, cuando hacían tacto antes tardaban un día y medio. Nosotros lo redujimos a cuatro horas.

Son cosas básicas que hay que verlas y la mayoría no requieren de dinero.

Con respecto a la sanidad ¿trabajan con un veterinario? ¿qué otras cuestiones realizan con respecto a esto?

Tengo dos veterinarios y a veces tres, de consulta. Uno de ellos me lleva el calendario de vacunas. Considero que está bueno escuchar varias campanas. La primera vez que vi el calendario me parecieron muchas vacunas, pero después entendí que se pueden organizar los encierres de manera eficiente sin tener que pasar tantas veces por la manga. Generaciones anteriores quizás no eran conscientes de las cosas extras que se le pueden dar a los animales para mejorar los índices de preñez, el estado corporal o prevenir enfermedades con acciones que no son costosas.

¿Cómo son los resultados que obtienen con respecto a las generaciones anteriores de La Dorada?

Las diferencias son abismales. Teníamos en su momento un 60% de preñez y un 64% de destete. Cuando llegué, lo primero que hice fue boqueo. Eran vacas viejas que comían, pero no se preñaban y las saque todas. Empezamos incluso por administrar sales de magnesio para evitar mortandades en invierno por hipomagnesemia.

Con este tipo de acciones, sumadas a las anteriores prácticas que ya repasamos, fue posible avanzar hasta el 98% de preñez actual.

Evitamos perder animales por enfermedades o problemas de manejo y buscamos siempre no tener vacas ociosas en el campo.

En tu faceta como “agroinfluencer” hay una frase muy característica tuya que es “¿querés seguidores? comprate vacas!” ¿Cómo la justificas?

En las redes hay muchas personas que se esfuerzan por llegar a tener miles y miles de seguidores. A mí, sinceramente, lo único que me interesa es mostrar lo que hago. Más que nada a los jóvenes, para que puedan acortar camino viendo

lo que fui haciendo. Me interesa que aprendan, omo también yo aprendí -muchas veces a los golpes-.

Lo que tiene la Facultad es que aprendés mucha teoría, pero la práctica y la realidad es distinta, no está en los libros, entonces mi idea es mostrar eso.

Con respecto a la frase, cuando comencé a implementar el bienestar animal, me fui presentando con las vacas, mostrándoles que no soy una amenaza, caminaba con ellas, no les gritaba, nada. Caminaba de un lado para el otro y me seguían. Lo filme porque me asombraba; no tenía comida encima, me seguían. De ahí surgió la frase: “querés seguidoras? comprate vacas” y a la gente le encantó.

Las vacas son lo más fiel que hay. A todo ser vivo le gusta ser tratado con amor. Somos los humanos los que a veces tenemos que aprender de los animales.

También junto con tu esposo realizaron una miniserie con YPF Agro y Discovery. ¿Cuál fue tu experiencia?

La miniserie se llama “Más allá del suelo” y participamos en dos capítulos. YPF agro nos convocó hace dos años ya que mi marido es un referente de agricultura de precisión, y les gusto todo lo que yo hacía en La Dorada con el bienestar animal.

Entonces vieron al “agricultor” y la “ganadera”, como protagonistas para contar la historia de todas las cosas a las que nos enfrentamos en el campo día a día.

Al principio teníamos miedo de que a la gente no le guste o no se lo tome bien, pero nos encantó hacerlo.

De todos estos desafíos que mencionas, ¿cuáles serían para vos los tres principales?

El clima, la economía del país -que no es estable y no sabes en qué invertir- y la otra es la dificultad real que existe para contar con recurso humano en el campo.